martes, 16 de junio de 2009

AMNISTÍA INTERNACIONAL COMIENZA VISITA A KENIA CON LA POBLACIÓN MARGINADA

8 junio 2009

La secretaria general de Amnistía Internacional inició su primera visita de alto nivel a Kenia con recorridos por dos asentamientos precarios de Nairobi, ciudad en la cual casi dos millones de personas viven en barrios marginales.

Rodeada por cientos de entusiastas escolares de Glory School en el asentamiento precario de Korogocho, Irene Khan lanzó la primera acción de Exige Dignidad, la nueva campaña global de Amnistía Internacional. La Sra. Khan pidió a residentes del asentamiento que manifestaran al gobierno keniano el significado que para ellos tenían los conceptos de dignidad y derecho a la vivienda a través de un servicio de mensajes SMS gratuito.

“¡Queremos ir a la escuela!”, corearon los niños alzando los brazos.

Integrantes de las comunidades residentes en los barrios marginales de Korogocho y Kibera contaron historias, cantaron canciones y utilizaron representaciones de teatro callejero para ilustrar las violaciones de derechos humanos a las que se enfrentan a diario en su calidad de residentes de asentamientos precarios.

“La proliferación de asentamientos precarios en las zonas urbanas se ha convertido en el símbolo de la gente olvidada y marginada, que se ve excluida no sólo de servicios básicos como los servicios de saneamiento sino también del proceso de toma de decisiones que afecta incluso a sus propias vidas”, manifestó la Sra. Khan.

En los asentamientos, niños y niñas juegan en arroyos cenagosos que corren a lo largo de estrechos callejones, y los senderos están cubiertos de residuos y de excrementos animales y humanos. El hacinamiento imperante en Kibera –el asentamiento precario más grande de África– constituye un grave problema: más de 800.000 personas ocupan un terreno de 250 hectáreas.

Muchas de las personas que residen en estos asentamientos describieron la inseguridad que conlleva la vida en los barrios marginales. En Korogocho, la Sra. Khan se entrevistó con Mama Franco, madre de tres hijos, que poco tiempo antes había perdido sus escasas pertenencias cuando su vivienda se incendió a causa de una lámpara de queroseno que utilizaba por carecer de suministro eléctrico.

Mama Franco es una de las aproximadamente 127.000 personas pobres que se enfrentan a la pérdida de sus viviendas a causa de un proyecto de limpieza de la cuenca del río. Glory School, que cuenta con 500 alumnos, también se ve amenazada con la destrucción. Los detalles que se han hecho públicos sobre los desalojos forzosos que acarrearía el proyecto son escasos, lo cual ha sumido a los residentes en un temor constante de que los echen de sus viviendas.

La Sra. Khan también habló con Jocelyn Kemuto Nkykooyo –una mujer que vive con VIH/sida–, que perdió su vivienda y posteriormente fue abandonada por su esposo. Jocelyn podría ahora verse excluida de un proyecto gubernamental de mejora urbanística porque el nombre con el que se había registrado su vivienda para el programa era el de su esposo y no el suyo.

Con esta primera acción de la campaña Exige Dignidad, Amnistía Internacional trata de empoderar a las personas que viven sumidas en la pobreza y llevar su voz a los niveles más altos del gobierno. Las voces recogidas en los asentamientos informales de Kenia a través de la acción de mensajes SMS y del sitio web http://demanddignity.amnesty.org/es serán presentadas al gobierno keniano el Día Mundial del Hábitat.

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