lunes, 6 de enero de 2020

La cara oculta de los regalos: jornadas eternas y 200 euros al mes en fábricas chinas de juguetes para Navidad

Una investigación de la ONG China Labor Watch denuncia las condiciones en las que se producen juguetes de multinacionales como Disney, Hasbro, Mattel o Lego. En las fábricas analizadas, los trabajadores hacen horas extras muy por encima del límite legal, reciben salarios bajos, no están lo suficientemente protegidos de los químicos tóxicos y se alojan en malas condiciones"Al presionar con los precios de los productos o establecer plazos de producción cortos, las marcas crean las condiciones de explotación que observamos año tras año", critican.

La cara oculta de los regalos: jornadas eternas y 200 euros al mes en fábricas chinas de juguetes para Navidad

El señor Fu es mayor, pero cada día se sienta en su puesto de trabajo en la línea de ensamblado en una de las siete fábricas que producen para la compañía Mattel en China. Junto a dos compañeros, se dedica a montar un tren de juguete, 'Thomas y sus amigos', que estos días desenvuelven con ilusión muchos niños en todo el mundo. Uno se encarga de armar el ferrocarril y las ruedas, otro pega la cara sonriente y el tercero, aprieta los tornillos. El señor Fu lleva tres años aquí. Los objetivos que tiene que cumplir son cada vez mayores, pero el sueldo es más o menos el mismo, unos 240 euros al mes. Juguetes contra el racismo: de lápices "color carne" a muñecos negros difíciles de encontrar en grandes almacenes

Su caso viene recogido en una investigación reciente de la ONG China Labor Watch, con sede en Nueva York, que pone la lupa sobre la parte de la cadena que produce los juguetes de algunas de las mayores compañías que abarrotan las estanterías de tiendas y grandes almacenes, o pueden ser adquiridos online. El informe, elaborado a partir de las conclusiones de investigadores infiltrados y entrevistas a más de 70 trabajadores, se centra en cinco fábricas ubicadas en la provincia de Guangdong, al sur del país asiático, que se nutren en muchas ocasiones de mano de obra procedente de zonas agrícolas empobrecidas.
Estos cinco talleres investigados a lo largo de 2019, que presentan condiciones similares, fabrican para multinacionales como Disney, Hasbro, Mattel (Fisher Price) o Lego. "Esto es solo una pequeña muestra de miles de fábricas de juguetes en China. Pero si algunas de las compañías jugueteras más rentables son incapaces de asegurar que sus empleados trabajen en condiciones decentes, solo podemos suponer que las fábricas de las empresas más pequeñas son aún peores", sostienen los investigadores en el informe, publicado en noviembre con el nombre El lado oscuro de un mundo reluciente.
A preguntas de eldiario.es, Mattel argumenta "estar comprometido a garantizar que cada persona que fabrica nuestros juguetes y productos sea tratada de manera justa" y añade que tras la investigación de China Labor Watch, Mattel solicitó al Programa de juguetes éticos de ICTI (IETP, por sus siglas en inglés) realizar una auditoría y concluyó que cumple con la lista de verificación del IETP. "Mattel está revisando el informe de IETP para determinar los pasos que se pueden tomar para mejorar la seguridad en el lugar de trabajo", concluye.
Este medio se ha puesto en contacto con las otras tres compañías para conocer su versión, pero hasta el momento no ha obtenido respuesta.
Los productos que salen de estas cadenas de montaje son en su mayoría vendidos a Japón, América, Europa o Australia, de acuerdo con la investigación, que también recopila imágenes de algunos de los juguetes confeccionados por estos trabajadores, como la bola de nieve sorpresa de Frozen 2. En España, este producto está disponible por unos 12 euros.
Las fotos también muestran muñecos de El Rey León, Mi pequeño pony, Power Rangers o Toy Story 4, un 'elefante sorpresa' para bebés o accesorios para las tiendas de Legoland. En la edición anterior, en una investigación conjunta con The Guardian, la ONG reveló que las trabajadoras chinas que fabricaron muñecas de La Sirenita recibieron apenas 11 céntimos por cada una, cuando su precio en las tiendas rondaba los 44 euros. Los productos que estás consumiendo estas navidades y llevan aceite de palma
A la izquierda, bola de nieve de Frozen 2 de Disney/Basic Fun; a la derecha: Transformers de Hasbro CHINA LABOUR WATCH
China Labour Watch concluye que en las fábricas investigadas este año cometen una "multitud de violaciones graves de las leyes laborales" que van desde horas extras excesivas hasta salarios "muy bajos que niegan a los trabajadores una vida digna", pasando condiciones de trabajo peligrosas por el uso de químicos tóxicos, una representación sindical deficiente, acoso sexual y malas condiciones sanitarias y de alojamiento.
Se trata de problemas que la organización en defensa de los derechos laborales lleva documentando desde 2001 en la industria del juguete en China. "Nuestro objetivo es responsabilizar a las principales compañías que continúan explotando a los trabajadores chinos. Sorprendentemente, los mismos problemas inherentes a la industria desde la primera investigación prevalecen", indican.

Jornadas a contrarreloj para llegar a Navidad

Entre junio y octubre, la temporada alta de las fábricas, cuando funcionan a contrarreloj para completar los pedidos de cara a la campaña navideña, los trabajadores hicieron entre 60 y 126 horas extra por mes, a pesar de que China fija el límite legal en las 36 horas, de acuerdo con el informe. En uno de los centros de trabajo, Wing Fai, los operarios trabajaron durante 11 días seguidos sin descanso. No obstante, se detectaron algunas mejoras respecto a años anteriores: las jornadas disminuyen de más de 14 horas diarias a un promedio de 11 horas en temporada alta al día.
El exceso de horas extra se explica en parte por los bajos sueldos que les dificultan asegurarse un sustento básico y mantener a sus familias. "Aunque las horas extras pueden ser voluntarias, la mayoría de las veces, los trabajadores eligen hacerlas para ganar salarios dignos", sostienen los investigadores. La industria del juguete ha mantenido un salario base equivalente a la remuneración mínima, explica el informe, pero "el salario mínimo sigue lejos de ser un salario digno", matizan.
Las cinco fábricas analizadas se encuentran en Guangdong, donde el sueldo mínimo se sitúa entre 1.410 y 1.720 yuanes (181,6 y 221,5 euros) al mes. Cuatro de ellas pagan lo mínimo que estipula la ley. Solo la planta que trabaja para Mattel paga un poco más, 1.860 yuanes (239,5 euros). "Muchos trabajadores son migrantes [desde zonas rurales] y tienen que llegar a fin de mes en la ciudad y también enviar una parte de sus salarios a sus familias en sus hogares. Como resultado, los bajos salarios afectan sus condiciones de vida". Incluyendo las horas extra, los empleados pueden ganar como máximo entre 3.000 y 4.200 yuanes (386 y 540 euros), con las fábricas de Wah Tung (trabaja para Disney) y Everfront (produce para Hasbro) en cada extremo de la horquilla, respectivamente.

Protección ante sustancias químicas tóxicas

Por otro lado, durante su trabajo en talleres que desprenden un olor acre, los operarios entran en contacto con sustancias químicas tóxicas, como los disolventes de pintura, pero ninguna de las fábricas investigadas impartió las 24 horas de formación en seguridad obligatorias por ley para que los nuevos trabajadores conozcan los riesgos laborales y las medidas de prevención necesarias.
La mayoría de ellas sí proporcionaron equipos de protección como guantes y mascarillas, aunque en lugares como Everfront "solo se les dio durante las auditorías e inspecciones", y en ocasiones utilizan protecciones que no les eximen de oler los productos químicos. La ONG concluye que, aunque ha habido algunas mejoras, el personal no está aún lo suficientemente protegido en sus puestos de trabajo.
Después están las malas condiciones de vida a las que se enfrentan los trabajadores, como habitaciones superpobladas y malas condiciones sanitarias, chinches o falta de agua caliente. No obstante, la situación difiere mucho entre las fábricas.
Por ejemplo, en la de Everfront las condiciones son "espantosas" en dormitorios ocupados por entre 10 y 15 personas, con un ventilador, literas precarias y dos horas de cola para ducharse. Mientras en Kongxing–que produce para Disney o Hasbro – son "decentes", con seis o siete trabajadores en una habitación con aire acondicionado y baño. "El suelo tiene agujeros. Hay que recoger agua caliente en la escalera y volver al baño para bañarse", sostiene en su diario uno de los investigadores en Wing Fai, fabricante de Lego. También hubo problemas con el pago de seguros.
El pasillo y el dormitorio para trabajadores de la fábrica Wing Fai. CHINA LABOUR WATCH
Frente a estas condiciones, generalmente los empleados no tienen contacto con sindicatos independientes que defiendan sus intereses ni acceso a mecanismos de reclamación efectivos. En tres de las fábricas no había organización sindical ni representación real de los trabajadores. En otras dos, los operarios no sabían con certeza si había o no sindicatos.
"Sin un sindicato que funcione o representantes de los trabajadores, la mayoría de los trabajadores sólo pueden soportar las condiciones o hablar con el jefe de línea de su taller", indican desde China Labour Watch, que, no obstante, matiza que los trabajadores no cuentan con "libertad de asociación" en el gigante asiático.

Acoso y discriminación contra las mujeres

La organización de derechos humanos hace especial hincapié en la situación de las mujeres, que constituyen la mayoría de la fuerza laboral en las fábricas de juguetes. Uno de los aspectos resaltados es las menores posibilidades que tienen ellas para ser ascendidas a puestos de gerencia con respecto a sus compañeros varones o la falta de protección si se quedan embarazadas, ya que siguen expuestas a productos químicos y forzadas a trabajar horas extra. Además, el informe recoge casos de acoso sexual, a pesar de que pocas trabajadoras en las fábricas han alzado la voz para denunciar.
En otra investigación en colaboración con la rama francesa de la ONG ActionAid, China Labour Watch se centra en el acoso sexual en las fábricas de la estadounidense Mattel donde se producen los juguetes de plástico de Fisher Price. Varios trabajadores contaron que las mujeres jóvenes a menudo son víctimas de abuso verbal y humillación, de acuerdo con las organizaciones.
De cada 10 mujeres con las que pudo hablar la entrevistadora infiltrada, cuatro describieron situaciones que pueden calificarse como acoso sexual. A una de ellas le siguieron dos compañeros después del trabajo y le sacaron fotos sin su consentimiento; a otra, en cada descanso, se le acerca un hombre mayor y está aterrorizada.

"Las multinacionales crean condiciones de explotación"

Muchos de los principales fabricantes de juguetes, como Disney y Mattel, son parte del Programa de juguetes éticos del Consejo Internacional de las Industrias del Juguete (ICTI), que establece los estándares destinados, según el organismo, a mejorar las condiciones de trabajo de quienes forman parte de la cadena de suministro de estos productos.
Tras la publicación del informe de China Labour Watch, desde el programa internacional emitieron un comunicado asegurando que iban a investigar las conclusiones de la ONG para tomar medidas. "Trabajaremos con cada fábrica [todas ellas cuentan con un certificado del programa] para remediar rápida y efectivamente cualquier problema que incumpla nuestros estándares", reza la nota.
eldiario.es no ha obtenido respuesta de las marcas, pero el año pasado un portavoz de Disney aseguró a The Guardian que la compañía cuenta con "un sólido programa de normas laborales y se toma muy en serio la aplicación de nuestro código de conducta con nuestros miles de licenciatarios en todo el mundo". Por su parte, Mattel se comprometió "a garantizar que todas las personas que fabrican nuestros juguetes y productos reciban un trato justo y respetuoso, y que puedan trabajar en un entorno seguro y saludable".
Los activistas de China Labour Watch apuntan directamente a las marcas e insisten en que es su responsabilidad a la hora de tomar medidas serias para reformar las condiciones de trabajo en su cadena de suministro. "Las multinacionales extranjeras, para abordar los riesgos para su reputación, publican códigos de conducta, pero estas buenas intenciones han demostrado ser un fracaso", denuncian.
Por esta razón, reclaman a las marcas que hagan frente a "las continuas violaciones de los derechos en sus fábricas y que garanticen que los trabajadores de su cadena de suministro reciban un trato justo".
"Las marcas y las empresas de las fábricas son muy conscientes de las leyes laborales en China y también de las normas laborales internacionales. Sin embargo, continúan exponiendo los vacíos legales y evaden las leyes, todo ello en busca de beneficios", indican desde China Labour Watch, que defiende que la llamada 'guerra comercial' entre EEUU y China, puede empujar a las fábricas y marcas a trasladar sus operaciones al extranjero. No obstante, vaticinan, "estas condiciones de trabajo solo se replicarán en otros países donde las leyes laborales son aún más débiles y apenas se aplican".

Las cinco fábricas investigadas

1. Wah Tung (He Yuan) Toy Products Ltd. Co. 
  • Produce para: Disney, BuzzBee.
  • Más información: fabrica principalmente juguetes electrónicos, de metal, de madera, eléctricos, muñecas, peluches, juguetes de plástico y recuerdos. Sus productos se venden a América, Japón, Europa y Australia. Trabajan en ella unas 2.000 personas.
2. Dongguan KongXing Industry Co., Ltd.
  • Produce para: Basic Fun!, Disney, Hasbro, fGTeev.
  • Más información: la fábrica da trabajo a 700 trabajadores. La empresa suministra varios tipos de juguetes: de plástico, electrónicos, de vinilo blando o de peluche, y vende sus productos principalmente a Europa, América, Australia y Japón.
3. Foshan Nanhai Mattel Precision Diecasting Co., Ltd.
  • Produce para: Mattel.
  • Más información: es una de las siete empresas de fabricación de Mattel Inc. en China. La empresa produce principalmente juguetes de la marca Fisher-Price, de plástico y electrónicos. La empresa tiene unos 3.000 empleados.
4. Dongguan Wing Fai Foam Products Co., Ltd.
  • Produce para: Legoland, Lego, Disney.
  • Más información: compañía subsidiaria de Wing Fung Manufacturing Co. en Hong Kong. Da trabajo a entre 200 y 300 personas. Los principales productos son juguetes de goma eva, regalos, papelería, juguetes educativos, artesanías, zapatos y bolsas. Sus productos se venden principalmente a Japón, América y Europa del Este.
5. Everfront Plastic and Electronics Manufacturing Co., Ltd.
  • Produce para: Hasbro (Plumber Pants, Power Rangers, Toilet Trouble, Transformers, Porcupine Pop, Nerf), MGA Entertainment (L.O.L! and Poopsie Slime Surprise), Inspiration Works, Melissa & Doug.
  • Más información: Es una de las fábricas de Wah Shing Toys (WST), empresa que cotiza en la Bolsa de Singapur, y una filial de South China Holdings Co. WST emplea a más de 3.000 trabajadores. Los productos de la empresa incluyen plásticos, juegos y juguetes electrónicos, peluches, juguetes de control remoto inalámbrico. Sus productos se venden a Japón, Estados Unidos y otros países de todo el mundo.

viernes, 13 de diciembre de 2019

La Nobel de la Paz Suu Kyi defiende al Ejército de Myanmar en La Haya: "El término genocidio ha sido distorsionado"

Este martes comenzaron las vistas preliminares en la Corte Internacional de Justicia, donde Gambia acusa a Myanmar de genocidio contra la minoría rohinyá. La Nobel de la Paz y líder Aung San Suu Kyi ha defendido al Ejército y ha calificado de "conflicto armado interno" los enfrentamientos en el estado de Rakhine. Según Suu Kyi, el alto tribunal de la ONU no debe intervenir porque Myanmar ya ha puesto en marcha tribunales que juzgan las actuaciones más polémicas del Ejército.

Suu Kyi defiende en la Corte Internacional de Justicia los actos del Ejército birmano contra los rohinyás EFE

Ante la sorpresa y conmoción de la comunidad internacional, la premio Nobel de la Paz y líder de Myanmar (antigua Birmania), Aung San Suu Kyi, ha defendido este miércoles en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la actuación del Ejército de su país, al que Gambia acusa de cometer genocidio contra la minoría musulmana rohinyá.
Suu Kyi ha definido como "conflicto armado interno" la violencia en el estado de Rakhine, al oeste del país , y ha explicado que el término "operaciones de limpieza" utilizado por los militares para las actuaciones de respuesta en Rakhine "ha sido distorsionado", porque "en la lengua de Myanmar significa 'liberación de localidades en busca de terroristas'". "En mi país no se toleran las violaciones de derechos humanos", ha afirmado quien fuera galardonada con el Nobel de la Paz en 1991.
Según la líder, el país africano ha presentado una "fotografía incompleta y engañosa" de la minoría musulmana. Gambia denuncia el intento de exterminio de los rohinyá en nombre de los 57 países de la Organización para la Cooperación Islámica, basándose en informes elaborados por la ONU, que documentó la violencia sufrida por unos 700.000 rohinyás que huyeron de Myanmar a Bangladesh tras dos oleadas de brutales operaciones militares en 2016 y 2017, donde murieron miles de civiles.


La Consejera de Estado de Myanmar afirma que los ataques fueron iniciados por miembros del Ejército de Salvación de Arakan Rohingya (ARSA, por sus siglas en inglés). Ante un panel de 17 jueces, ha descrito varios asaltos a los que han hecho frente varias comisarías de policía y que habrían tenido como objetivo a miles de agentes, asegurando que "se han implementado medidas de seguridad en la zona de conflicto".
Según Suu Kyi, el alto tribunal de la ONU no debe intervenir porque Myanmar ya ha puesto en marcha tribunales que juzgan las actuaciones más polémicas del Ejército. "Si los militares han cometido delitos, serán procesados por la Justicia militar, tal y como dice la Constitución de Myanmar", ha asegurado, aludiendo al texto aprobado en 2008, que otorga al Ejército una independencia casi total con respecto al Gobierno civil. "¿Cómo puede haber un intento de genocidio, si estas medidas se han puesto en marcha en Rakhine?", ha dicho frente al tribunal. 

Un largo proceso judicial

Este martes, con el turno de Gambia, se iniciaron las vistas preliminares en las que los dos Estados presentan oralmente y en audiencia pública sus argumentos, con los que dan comienzo a un proceso que podría prolongarse durante años. Ante la CIJ no se aplican cargos penales contra individuos, se trata una litigación entre los dos Estados en la que el tribunal se limitará a sopesar los argumentos presentados por ambas partes. 
Gambia ha acusado a Myanmar basándose en la Convención contra el Genocidio y ha solicitado la implementación de medidas cautelares para proteger a los rohinyás. Suu Ky ha pedido hoy al tribunal que no las aplique, pues "podrían agravar el conflicto". Ahora, el Tribunal decidirá si las requiere a Myanmar para garantizar que no se produce ninguna violación de la Convención y, de hacerlo, la orden sería enviada al Consejo de Seguridad de la ONU, donde China y Rusia tienen derecho a veto y lo han empleado en el pasado para defender a al país.
Mientras tanto, varios generales del Ejército birmano se enfrentan a posibles acusaciones de crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional (CPI), también radicado en La Haya, y a una denuncia en Argentina según el principio de justicia universal.