domingo, 6 de marzo de 2011

CHINA DEBE PONER FIN A LA REPRESIÓN SOBRE PERIODISTAS EXTRANJEROS


3 marzo 2011
Agentes de seguridad golpearon o detuvieron 
a periodistas extranjeros.© Demotix/Steve Barru
Las recientes restricciones impuestas en China a los periodistas extranjeros que informan de potenciales manifestaciones inspiradas en los sucesos de Oriente Medio y el Norte de África son señal del temor del gobierno a las protestas populares, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.

“Las autoridades deben cumplir los compromisos que contrajeron antes de las Olimpiadas de Pekín de 2008 y permitir a la prensa extranjera realizar entrevistas en China sin injerencias oficiales”, ha señalado Sam Zarifi, director del Programa de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía.

“Estas nuevas restricciones forman parte de una campaña global de represión de la libertad de expresión y opinión, en el marco de la cual se han practicado también detenciones de activistas y abogados chinos.” El Club de Corresponsales Extranjeros de China ha dicho que las fuerzas de seguridad golpearon y detuvieron a más de una decena de reporteros de la BBC, CNN, Bloomberg y otros medios cuando fueron, el sábado, a cubrir posibles protestas a Wanfujing, zona comercial de la ciudad.

Agentes vestidos de civil propinaron golpes y patadas a un reportero gráfico, que necesitó atención hospitalaria.

La policía arrebató a los periodistas su equipo y los obligó a abandonar la zona, que según habían anunciado por Internet activistas anónimos, iba a ser escenario de una manifestación.  Dada la fuerte presencia de fuerzas de seguridad, apenas aparecieron por allí manifestantes, si es que llegó a presentarse alguno.

"Los intentos de controlar los medios de comunicación extranjeros por medio de violencia, intimidaciones y hostigamiento ponen de manifiesto el desprecio de las autoridades por la expresión básica de la libertad de prensa y por las propias normas de China", ha explicado Sam Zarifi.

En las últimas semanas, usuarios anónimos de sitios de redes sociales han hecho llamamientos para organizar una "revolución jazmín" en China y han instando a manifestantes potenciales a congregarse pacíficamente en ciudades de todo el país.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha dicho que fueron los periodistas los responsables de las agresiones que sufrieron.

Varios medios de comunicación extranjeros han indicado que la policía de Pekín y Shangai les dijo que tenían prohibido informar en zonas públicas donde se hubieran anunciado por Internet manifestaciones. Según el reglamento de 2008 que regula los medios de comunicación extranjeros, en el que se formalizaron las libertades temporales reconocidas a los reporteros extranjeros durante las Olimpiadas de Pekín, los corresponsales extranjeros pueden entrevistar sin permiso oficial a toda persona que acceda a ello.

El reglamento no es aplicable en Tíbet, donde las autoridades chinas continúan prohibiendo la información independiente.

A pesar del reglamento, los reporteros extranjeros que viajan fuera de los centros urbanos de China siguen sufriendo el hostigamiento de las autoridades locales, que les dicen que no conocen las normas del país.

"El gobierno chino debe ampliar la libertad de prensa para permitir que los periodistas, chinos y extranjeros, hagan su trabajo sin sufrir hostigamiento oficial,” ha afirmado Sam Zarifi.

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