martes, 26 de octubre de 2010

Soldados marroquíes matan a tiros un niño saharaui


Gdeim Izik (Sahara Occidental)26/10/2010
Un  niño saharaui de 14 años y de apellido Garhi ha fallecido este domingo tras ser ametrallado el coche con el que intentaba entrar al campamento de Gdeim Izik, donde se han instalado miles de saharauis en los últimos días para protestar contra la ocupación marroquí.
Camiones de policías marroquíes rodean el campamento saharaui.
7.000 jaimas en silencio y tres días de luto por Elgarhi
Cuando la tarde de ayer llegaba a su fin, las aproximadamente 7.000 jaimas del campamento guardaron un emotivo minuto de silencio. Además se han decretado tres días de luto en homenaje a Elgarhi Nayem, que fue asesinado por el ejército marroquí cuando entraba en la zona de protesta. La tensión va en aumento y los controles policiales se ceban con los saharauis. GuinGuinBali ha podido entrar al campamento de protesta de los saharuis
El Aaiún es una ciudad sitiada. Hay controles de policía, del ejército, carreteras bloqueadas con piedras y cercadas con alambradas. De El Aaiún hasta el campamento de Gdeim Izik hay multitud de controles policiales. Contamos hasta cuatro paradas obligatorias. Antes de que falleciera Elghari, cuando el ejército marroquí detenía un vehículo con ciudadanos saharauis que se dirigían hacia el campamento, el resto se bajaba para solidarizarse. Ahora la cosa ha cambiado, la situación es más tensa.
Las dificultades para llegar al campamento aumentan cada día, pero ayer fue un día emotivo. Más de siete mil jaimas plantadas en el desierto y más de 20.000 personas cumpliendo un minuto de silencio por la muerte del joven fallecido. Además, se han decretado tres días de luto para honrar el fallecimiento de Elgarhi Nayem. 
Según hemos sabido, el comité organizador de la protesta y del campamento ha destacado a un grupo de saharauis que hacen la vigilancia interna. De hecho, en las últimas horas han interceptado a tres policías secretas de marroquíes que intentaban llegar al grupo del campamento en pleno minuto de silencio por Elghari.
Al caer la noche en el campamento cada uno vuelve a su jaima. A su té. A la conversación con los compañeros y a los sueños que aún estar por cumplir.
En el campamento de Gdeim Izik se respira un ambiente de “libertad”, dice uno de los miembros del comité organizador. Según explica se han unido todos los saharuis sin diferencias políticas. La protesta es social, laboral, de hartazgo. La situación en El Aaiún "era insostenible". 

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