martes, 19 de octubre de 2010

Deportación Encubrimiento muerte

Temas: ÁfricaEuropaMigraciones / 18 de octubre 2010 14:22 (PT)

La semana pasada, solicitantes de asilo Jimmy Mubenga murió mientras era deportado del Reino Unido y enviado a Angola.
Al embarcar en un 12 de octubre vuelo de British Airways en la custodia de G4S, un grupo de seguridad privada que tiene un contrato con el gobierno del Reino Unido para acompañar a los deportados fuera del país, los guardias Mubenga le detuvo de manera tan brutal que, según varios testigos que aparecen para que lo asfixió.
Para empeorar las cosas, el Ministerio del Interior británico y el G4S vergonzosamente tratado de ocultar la causa de la muerte de Mubenga, alegando que él se enfermó mientras que en el vuelo. Uno de los testigos que se encuentran en esta mentira tan escandaloso que en contacto con el tutor, dando al periódico de su cuenta tres físicamente imponente guardias de seguridad que mantiene Mubenga abajo como él pidió ayuda y dijo que no podía respirar.
Es imperativo que la muerte de Mubenga ser investigados y sus responsables rindan cuentas. Es igualmente importante entender que los inmigrantes sufren abusos a manos de los encargados de su bienestar día a día en todo el mundo. En el Reino Unido, grupos como la Fundación Médica para el Cuidado de las Víctimas de la Tortura y Justicia médicos han emitido condenatoria informes sobre uso excesivo de la fuerza contra los deportados, y el inhumano trato sufrido por muchos de los inmigrantes detenidos en Gran Bretaña. En los Estados Unidos, Human Rights Watch, la ACLU de MassachusettsJusto Internacional de Detención han documentado abusos generalizados contra los inmigrantes detenidos.
Estos informes son un coro de horrores:  El abuso sexual, golpes, falta de proporcionar atención médica, traslado de detenidos a instalaciones remotas como castigo por quejarse, la privación de necesidades básicas, la detención indefinida, la negación de los derechos de debido proceso y una lista aparentemente interminable de lesiones sufrido a manos de guardias de seguridad durante su detención o en el proceso de deportación. Ellos nos dicen dos cosas: En primer lugar, que Jimmy Mubenga es uno de los muchos, y segundo, que nuestro sistema de inmigración está en desesperada necesidad de reforma.
Este trágico caso también pone de relieve los peligros de la contratación de empresas privadas de seguridad para atender a las personas vulnerables, como los de los centros de detención de inmigración y las deportaciones a la espera. Los gobiernos deben cancelar todos los contratos con grupos de seguridad privada que proporcionan los guardias de los centros de detención de inmigración y el proceso de deportación. Hay informes demasiados abusos para permitir que este sistema continúe y la supervisión gubernamental de los guardias es imprescindible. Todos los informes de malos tratos deben ser investigadas y, en caso de ser comprobadas, las medidas para indemnizar a la víctima y castigar al agresor que debe seguir.
Fotografía: JD Mack / Flickr

Katy Glenn es un abogado de derechos humanos que viven en África.

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