3 diciembre 2009Durante su visita de 10 días a Honduras en el transcurso de las elecciones presidenciales de noviembre, Amnistía Internacional documentó numerosos casos de abusos contra los derechos humanos perpetrados por las fuerzas de seguridad desde el mes de junio de 2009, cuando el presidente Manuel Zelaya fue forzado al exilio.
Entre esos abusos se puede citar uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias de manifestantes por parte de la policía y el ejército, uso indiscriminado e innecesario de gas lacrimógeno, malos tratos a personas detenidas bajo custodia, violencia contra las mujeres y acoso de activistas y profesionales del periodismo, la abogacía y la judicatura.
Amnistía Internacional halló que miembros del ejército destinados a tareas de cumplimiento de la ley habían participado en la comisión de graves violaciones de derechos humanos, como homicidios por uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y allanamientos ilegales.
Amnistía Internacional ha pedido al futuro gobierno de Honduras que garantice que todos los miembros de las fuerzas de seguridad rindan cuentas por los abusos contra los derechos humanos cometidos entre el 28 de junio y finales de noviembre.
Escribe también directamente a las fuerzas de seguridad hondureñas e ínstales a que el personal del ejército y la policía respete los derechos humanos y a que cooperen plenamente con toda investigación sobre las denuncias de abusos contra los derechos humanos.
Entre esos abusos se puede citar uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias de manifestantes por parte de la policía y el ejército, uso indiscriminado e innecesario de gas lacrimógeno, malos tratos a personas detenidas bajo custodia, violencia contra las mujeres y acoso de activistas y profesionales del periodismo, la abogacía y la judicatura.
Amnistía Internacional halló que miembros del ejército destinados a tareas de cumplimiento de la ley habían participado en la comisión de graves violaciones de derechos humanos, como homicidios por uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y allanamientos ilegales.
Amnistía Internacional ha pedido al futuro gobierno de Honduras que garantice que todos los miembros de las fuerzas de seguridad rindan cuentas por los abusos contra los derechos humanos cometidos entre el 28 de junio y finales de noviembre.
Escribe también directamente a las fuerzas de seguridad hondureñas e ínstales a que el personal del ejército y la policía respete los derechos humanos y a que cooperen plenamente con toda investigación sobre las denuncias de abusos contra los derechos humanos.
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