sábado, 8 de agosto de 2009

Osetia del Sur, a un año de la guerra

Redacción

BBC Mundo


Rusia ha tomado el control militar de Osetia del Sur.




Este 7 de agosto se marca el primer aniversario de la guerra entre Rusia y Georgia por la región de Osetia del Sur. La conmemoración ocurre dentro de un clima de crecientes tensiones, donde ambas naciones se acusan entre sí de haber comenzado las provocaciones.


La medianoche de Tblisi, la capital de Georgia, estuvo alumbrada por fogatas. Los habitantes de Osetia del Sur también marcharán esta noche a la luz de las velas, y un minuto de silencio recordará a los cientos de muertos por el conflicto bélico, que se extendió por cinco días.


Ambas partes siguen culpándose entre sí por iniciar la violencia, y las versiones sobre las muertes y la destrucción causadas son contradictorias. Lo cierto es que las fuerzas de Georgia, Rusia y Osetia del Sur, todas han estado involucradas en el combate.


Este jueves, el gobierno de Georgia reafirmó que sus ataques a Osetia del sur ocurrieron en respuesta a una invasión secreta Rusa.


Rusia, por su parte, niega haber dado el primer paso, y acusa el gobierno georgiano de realizar un "acto criminal premeditado".


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Con ojos rusos

Aparentemente, el conflicto del pasado año surgió tras la incursión de las tropas georgiana en el interior de la Osetia del Sur, avanzada que fue repelida por las fuerzas rusas que respaldan los planes independentistas del territorio situado en el Cáucaso.

Pero el conflicto se venía gestando desde mucho antes. Para Rusia, la posible admisión de Georgia al Tratado del Atlántico Norte, OTAN, es una amenaza a su seguridad nacional.

Tras un año, ambas regiones, Osetia del Sur y Georgia, siguen acusándose mutuamente de querer volver a encender la mecha. Moscú se ha sumado, diciendo que está dispuesta a usar todas las vías posibles para proteger a los ciudadanos de Osetia del Sur, en su mayoría con ciudadanía rusa, y a su personal militar.

Aunque el conflicto bélico pudiera parecer un incidente aislado, está claro que Rusia quiere mantener el poder en la región.

Osetia del Sur, después del alto al fuego

La guerra de hace un año puede haber parecido corta, pero para los habitantes de la región no terminó con el alto al fuego. Aún hoy sufren las consecuencias.

Según un reporte de la organización Amnistía Internacional, un total de 30.000 civiles de ambas partes del conflicto continúan sin poder regresar a sus hogares.

Refugiada

Un total de 30.000 civiles de ambas partes del conflicto continúan sin poder regresar a sus hogares.

Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, 2.000 personas aún no tienen casas.

El Consejo Europeo describe lo ocurrido en algunos enclaves georgianos como una limpieza étnica que ha dejado a miles sin hogar. Amnistía Internacional señala también que los ciudadanos de la etnia georgiana viven en penurias y carecen de servicios básicos.

De las 38.500 personas que se refugiaron en Rusia, solo 4.000 han regresado a su natal Osetia del Sur.

"El constante clima de inseguridad y tensión impide a muchos regresar a sus hogares y continuar con sus vidas", comentan grupos de derechos humanos.

"Muchos de los que han regresado se enfrentan a la nueva realidad de la región, donde reconstruir sus vidas está resultando ser muy difícil", añaden.

Moscú invierte recursos

Aunque en Tsjinvali, capital de Osetia del Sur, la situación parece menos compleja, pues a muchos han sido compensados y se les han facilitado alojamientos temporales, el mayor problema sigue estando en los asentamientos más remotos.

Muchos habitantes de regiones rurales no tienen acceso a hospitales, escuelas o centros laborales. Amnistía Internacional subraya que estos pobladores siguen dependiendo de ayuda humanitaria.

Sin embargo, un nuevo complejo de viviendas se construye en Osetia del Sur. En la publicidad se lee "Distrito Moscú". Estará terminado a finales de año, con una escuela que estará lista para el comienzo del curso en septiembre.

Ruinas

El gobierno local dice que el 70% de las edificaciones fueron dañadas durante el conflicto bélico de agosto pasado.

Se trata de un regalo cortesía de Yuri Luzhkov, alcalde de la capital rusa, a los habitantes de Osetia del Sur. Es un signo de cómo Rusia actúa en esa región: como una extensión de su propio territorio.

El Kremlin ha prometido financiar el programa de reconstrucción y desarrollo después de la guerra, ofreciendo una ayuda económica de US$300 millones.

Pero hay pocas señales concretas de esta ayuda en la capital de Osetia. El gobierno local dice que el 70% de las edificaciones fueron dañadas durante el conflicto bélico. Gran parte de la ciudad aún permanece en ruinas.

Pero todos estos datos señalan que después de la guerra se ha reforzado la unión entre Rusia y la región independiente de Osetia del Sur.

Presencia militar

A pesar de que Rusia reconoció oficialmente a la región de Osetia del Sur como una región independiente, ha tomado el control total de la seguridad en la región.

Ha construido bases militares ocupadas con un total de 4.000 soldados equipados con tanques, artillería y lanza- cohetes.

Las fuerzas rusas también controlan la frontera entre Osetia del Sur y el territorio georgiano, haciendo la vida más difícil a los habitantes locales, según afirma desde la región el corresponsal de la BBC, Tom Esslemont.

Por ejemplo, en el distrito de Akhalgori -un valle que antes estuvo controlado por Georgia- viven entre 2.000 y 3.000 personas, de un total de 8.000 antes de la guerra. El tráfico entre este pueblo y Georgia es controlado por los rusos y es uno de los pocos lugares por donde se puede cruzar a Georgia, pero nadie puede cruzar la improvisada frontera de hormigón si no tiene un permiso de residencia especial.

Aunque Moscú no quiere incorporar oficialmente a la región dentro de la Federación Rusa, pero extraoficialmente, ya ha ocurrido.

Georgia aún considera a Osetia del Sur y la cercana Abjasia, como parte integral de su territorio y se niega a reconocerles cualquier otro estatus.

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